Lo que vamos a compartir hoy es una idea muy tonta, completamente básica, pero si no la tenemos clara nada funcionará como debe en un entorno -personal o profesional- 2.0.
Las redes sociales, como su propio nombre indica, están pensadas para ser redes (nudos de relaciones) de carácter social (en las que exista una interacción entre sujetos en base a unos intereses comunes, de cuya relación todos salgan de algún modo beneficiados). Lo característico de las redes sociales, por tanto, es el diálogo, el compartir, el enriquecimiento mutuo… En ningún caso el monólogo ni el onanismo relacional.
En redes sociales no puedes limitarte a hacer publicidad, a coger el altavoz y soltarle tu rollo a todo el que te rodea. Eso, simplemente, no hay quien lo aguante. Así que, poco a poco, cuando te vean entrar por una puerta… Todos se marcharán por la otra.
En redes sociales es preciso escuchar, atender a lo que los demás necesitan y ofrecer lo mejor que tengas para compartir. Dar para recibir. Exponer y escuchar.
¿Quieres tener éxito en redes sociales? Pues no te acerques a ellas para ver qué sacas sino para ofrecer lo mejor de ti mismo. Así es como se forjan las mejores comunidades. Así es como se obtienen los éxitos que realmente valen.
¿Y las estrategias agresivas de ventas? Pan para hoy (con suerte) y hambre -mucha hambre- para mañana.
La decisión -está claro- es tuya. Pero contéstame a una pregunta, que no es retórica: ¿acaso tú quedarías cada día a tomar algo con un amigo que sabes que cada vez que os veis te intenta vender algo? Espero tu respuesta, la mía la tengo clara.